Creo que hay diferentes perspectivas para el abordaje de una cuestión determinada:
podemos enfrentar una situación con un criterio periodístico, histórico, político ideológico, documentalista, etc. Cada uno nos pone en una diferente posición frente a los hechos y nos compromete de diferente manera en nuestras opiniones y observaciones.
Cualquier acontecimiento es pasible de diferentes miradas e interpretaciones, en realidad de tantas como observadores tenga, pero digamos que hay perspectivas más o menos diferenciadas.
Ulrico Schmidel, recorrió el Río de la Plata junto a Pedro de Mendoza escribiendo un libro de viaje, ¿qué fue lo que hizo?: ¿Un relato? ¿Una investigación? ¿Un ensayo histórico? ¿Podríamos decir que aunque empírico e involuntario fue un trabajo de campo antropológico?
Creo que apoyándonos en el concepto de cultura y en la teoría del poder podríamos avanzar un poco más. Históricamente las relaciones humanas se han basado en la dominación, de un hombre sobre otro, una clase sobre otra, una sociedad sobre otra y una cultura sobre otra. Un periodista relata un suceso generalmente de su sociedad observándolo desde la óptica de su formación cultural y respondiendo a la línea editorial de su medio, trata de ser objetivo pero informa del suceso que juzga noticia. Un investigador buscará confrontar sus criterios ideológicos con la realidad que observe y la juzgará de acuerdo a sus intereses. Diferente será su mirada de acuerdo a si se trate de su propio marco cultural o uno diferente, en general será más critico cuanto más cerca este de la problemática que analiza. La mirada histórica es mas tolerante pero en general no se sustrae al punto de vista de su ascendente social e interpreta la historia del otro en el sentido de como entronca con la suya. En general busca reforzar su identidad desde la experiencia propia o ajena.
La perspectiva antropológica la entiendo como una mirada sin prejuicios que busca comprender lo diverso, reconocer las particularidades del otro -no lo otro, sino el diferente y semejante, en cuanto hombre su igual-, y explicarlas a los demás. Comprender al hombre como especie en sus características individuales y sociales. Su función es mostrar las realidades de manera tal de permitir una reflexión autocritica del modelo al que se pertenece, relativizando los absolutos permite a los actores sociales mejorar las propias relaciones. En fin, supongo que de esto se trata este tiempo de reflexión y seguramente a lo largo del estudio me encontraré con puntos de vista similares y diferentes, en definitiva adscribiré a una concepción que hoy no puedo sistematizar más que con estas tibias aproximaciones.
Pero espero no tener que modificar dos certezas opuestas en las que siempre me he afirmado: el respeto incondicional a la dignidad humana en todas sus formas de expresión individuales y sociales inseparable de la condena absoluta al avasallamiento de sus libertades e identidades. En medio dejo abierto un abanico de dudas, angustias y esperanzas con el norte fijo en la búsqueda del equilibrio entre los hombres, la vida y sus pasiones.